Todo comenzó con un sueño...
martes, 12 de agosto de 2025
San Pedro Nolasco y la liberación de los cautivos
En 1218, junto al rey Jaime I y san Raimundo de Peñafort, fundó en Barcelona la Orden de la Merced (Orden de Santa María de la Merced para la redención de cautivos), con un carisma muy particular: liberar prisioneros cristianos a través de la limosna, el rescate y, si era necesario, ofreciendo la propia libertad a cambio. Los mercedarios profesaban un cuarto voto especial: “dar la vida por los cautivos”.
Bajo su liderazgo, la Orden organizó misiones de rescate en el norte de África y otras zonas bajo dominio islámico, liberando a miles de personas. Pedro Nolasco combinó una profunda espiritualidad con una habilidad práctica para negociar y movilizar recursos. Falleció en Barcelona en 1256, y su tumba se convirtió en lugar de devoción.
Fue canonizado por el papa Urbano VIII en 1628 y es considerado patrono de los cautivos, prisioneros y marginados, así como ejemplo de caridad activa y compromiso con la libertad y dignidad humana.
Si quieres, puedo ahora prepararte una versión más breve y visual, ideal para redes, que conecte su historia con valores actuales como la solidaridad y la defensa de la libertad.
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¿Sabías que el Juego de la Oca y el Camino De Santiago están relacionados?
El Camino de Santiago y el juego de la oca están estrechamente relacionados: muchos historiadores creen que el tablero del juego es una metáfora del propio Camino.
miércoles, 6 de agosto de 2025
120.000 jóvenes del Camino Neocatecumenal con Kiko Argüello en Tor Vergata, Roma
Unos 120.000 jóvenes del Camino Neocatecumenal participaron el lunes 4 de agosto, día del Cura de Ars, en un encuentro vocacional en el que estuvieron presentes Kiko Argüello, uno de sus iniciadores; y los otros dos miembros del equipo internacional: María Ascensión y el P. Mario Pezzi.
El encuentro, realizado en Tor Vergata —el mismo lugar en el que el Papa León XIV presidió la vigilia y la Misa de clausura del Jubileo de los Jóvenes con más de un millón de almas— fue presidido por el Cardenal italiano Baldassare Reina, Vicario del Papa para la diócesis de Roma. Junto con él estuvieron otros cinco purpurados y unos 30 obispos.
Luego del saludo del Cardenal Reina, acompañado por 100 sacerdotes provenientes de seminarios Redemptoris Mater del Camino Neocatecumenal, el icono de la Virgen María ingresó al gran escenario para presidir el encuentro junto con un gran crucifijo. También se colocó una foto de Carmen Hernández, la sierva de Dios española que fue iniciadora también del Camino Neocatecumenal, presente ahora en 138 países del mundo.
Ascensión habló entonces sobre San Juan María Vianney, el Cura de Ars; para luego pasar a las lecturas del día, en el que el Evangelio de San Mateo (Mt 9,35-10,1) señalaba que “la mies es mucha, pero los obreros son pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies”.
En este tipo de encuentros, Argüello anima a pasar adelante a los que creen que pueden tener un llamado vocacional, al sacerdocio o la vida consagrada, en lo que los neocatecumenales llaman “la llamada vocacional”.
“Primero los chicos, ¡se han levantado 5.000!, y después las chicas, ¡se levantaron 5.000! , y se han dirigido al palco para recibir la bendición de los cardenales y de los obispos. Esta primera llamada será después verificada y madurada en los diferentes centros vocacionales”, señala el sitio web del Camino Neocatecumenal.
Para concluir el evento que ha durado unas tres horas, el Cardenal Reina dijo a los jóvenes presentes: “Después de acoger el Kerigma aspirad a las cosas más grandes, a la santidad”.
“Que ésta sea la respuesta a la llamada del Papa León. El Señor nos ha dirigido esta invitación, el Señor nos llama a todos a la santidad. Dejad siempre espacio a la Palabra de Dios, porque Dios no quita nada a nuestra felicidad”, añadió.
Finalmente, el cardenal resaltó que “para algunos de vosotros hoy se abre un camino hacia felicidad, a una vida plena, plena de Dios, plena de felicidad”.
El Papa León XIV visita a joven español hospitalizado en el Jubileo: “Estamos hechos para el cielo”
En un gesto de cercanía y ternura, el Papa León XIV visitó por sorpresa a Ignacio Gonzálvez, un joven español de 15 años ingresado de urgencia en el hospital Bambino Gesù de Roma tras un colapso durante el Jubileo.
Al conocer su situación, el Papa León XIV pidió a los miles de jóvenes reunidos en la Vigilia del sábado en Tor Vergata que se unieran en oración por él:
“Quisiera pedir sus oraciones por otro amigo, un joven español, Ignacio Gonzálvez, que ha sido ingresado en el Hospital Bambino Gesù. Recemos por él, por su salud”, dijo el Pontífice, visiblemente conmovido.
Sus padres, Pedro Pablo y Carmen Gloria, junto a sus hermanos Pedro Pablo y Adela, viajaron inmediatamente a Roma al recibir la noticia, acompañando a Ignacio en este momento difícil, pero con profunda confianza en el Señor.
La tarde del lunes 4 de agosto, según informó la Santa Sede, el Papa León XIV visitó personalmente la habitación en la unidad de cuidados intensivos de Ignacio, diagnosticado con un linfoma que afecta a sus vías respiratorias.
Tal como relató Vatican News, el Santo Padre entró en silencio mientras la familia del joven rezaba a los pies de su cama, y con sencillez se unió a ellos en oración. La familia tenía en aquel momento los ojos cerrados, y un sacerdote que les acompañaba tuvo que darles “un codazo” al ver al Pontífice cruzar el umbral de la puerta sin previo aviso.
Durante el tiempo compartido con la familia de Ignacio, el Papa León XIV les recordó que “estamos hechos para el cielo”. Pedro Pablo, el padre del joven, aseguró que todos encontraron consuelo tras la visita del Pontífice.
“Nos dijo que lo importante es hacer la voluntad de Dios, que nuestro verdadero lugar es la vida eterna en el cielo. Esto nos reconfortó, porque somos personas que intentamos vivir nuestra fe y sabemos que es la verdad. Y en momentos de tanto sufrimiento, oír al Papa venir y darte una palabra así es... lo mejor que nos pudo haber pasado”, relató al medio oficial del Vaticano.
Su madre, Carmen Gloria, reveló lo que le comentó el Papa León: “Me dijo que, si Ignacio ha venido hasta Roma, él podía venir hasta el hospital a verlo. Fueron palabras sencillas, pero llenas de cariño”, señaló.
“El Papa nos dijo que esto es un misterio y que, a pesar de muchas cosas que no entendemos, sabemos que Dios está ahí y quiere lo mejor para todos. Como madre, vi que Jesucristo se acercó a mí y me dijo: ‘No estás sola’. Eso fue lo que significó para mí la presencia del Papa en el hospital, la confirmación de que Dios no nos ha abandonado”, añadió emocionada.
La familia de Ignacio encuentra consuelo y esperanza a pesar del dolor, y se sienten agradecidos por los gestos de cercanía: “Es obra del Espíritu Santo. No somos nada, una familia como muchas otras... Y ver a tanta gente rezando, a tanta gente interesada, y que el propio Papa haya venido, es un gran consuelo. Sabemos que Dios está con nosotros”, afirmó Carmen Gloria.
Su hermano, Pedro Pablo, destacó que el Papa les había ayudado a aceptar la voluntad de Dios: “Nos escuchó en todo momento, se preocupó de verdad, me transmitió la sensación de alguien que realmente comprendía la situación y el dolor que estamos viviendo. Una gran empatía”.
¿Quién fue San Pio de Pietrelcina?
Cada 23 de septiembre la Iglesia Católica celebra a San Pio de Pietrelcina (1887-1968), a quien afectuosamente el mundo llama ‘Padre Pio’.
Este fraile y sacerdote franciscano, nacido en Italia, recibió los estigmas de Nuestro Señor Jesucristo, quien quiso asociarlo de una manera especial a su Pasión a lo largo de su vida. El Padre Pío, como Jesús, se hizo ofrenda viva para cargar en carne propia los dolores y sufrimientos ajenos, consecuencia de la caída del género humano. Por eso, no por error, le llamaron ‘el crucificado sin cruz’.
martes, 5 de agosto de 2025
lunes, 4 de agosto de 2025
Primado de Irlanda: el mayor privilegio de los sacerdotes es celebrar la Eucaristía
En mi propia vida he descubierto que, por encima de todo, la gente quiere que los sacerdotes seamos orantes, empapados de la Palabra de Dios y capaces de celebrar los sacramentos con fidelidad y reverencia. Nuestro mayor privilegio es poder celebrar la Eucaristía para nuestra gente y para nosotros mismos. Porque en este mundo agitado, confuso y, a menudo, vacío y superficial, la gente quiere, sencillamente, que seamos hombres de Dios, que les indiquemos lo Trascendente y elevemos sus corazones y sus mentes a la belleza y la verdad de Dios.
La inspiración del Cura de Ars
El Arzobispo comenzó su homilía compartiendo su reciente peregrinación a Ars, Francia, donde visitó la tumba de San Juan Vianney, patrono de los sacerdotes parroquiales, coincidiendo con el centenario de su canonización. En aquel lugar sagrado, Mons. Martin oró por todos los sacerdotes que ha conocido a lo largo de su vida.
«A medida que me he ido haciendo mayor, me he dado cuenta de lo importante que es rezar por los sacerdotes. Es comprensible que la gente esté más acostumbrada a pedir a los sacerdotes que recen por ellos, y que no se den cuenta de la gran necesidad de oración que tenemos los sacerdotes: para que nos conformemos cada vez más con Cristo», expresó el Primado.
En Ars, el Arzobispo visitó la capilla que alberga el corazón de San Juan Vianney, quien describió el sacerdocio como «el amor del corazón de Jesús». Allí rezó «corazón a corazón» con el santo y con Jesús, pidiendo que su «propio corazón sacerdotal estuviera completamente abierto en amor a Dios y a las personas» a las que sirve.
El Sagrado Corazón y el ministerio sacerdotal
El Arzobispo Martin conectó su experiencia en Ars con el cercano santuario de Paray-Le-Monial, donde Santa Margarita María Alacoque tuvo sus visiones del Sagrado Corazón de Jesús hace 350 años. Recordó la última encíclica del Papa Francisco, «Dilexit Nos», sobre el amor humano y divino del corazón de Jesús.
«Pido a nuestro Señor Jesucristo que nos conceda que su Sagrado Corazón siga derramando los torrentes de agua viva que pueden curar el daño que hemos causado, fortalecer nuestra capacidad de amar y servir a los demás, e inspirarnos para caminar juntos hacia un mundo justo y fraterno de solidaridad», citó el Arzobispo de la encíclica papal.
50 años de intercesión por los sacerdotes
El Primado relató cómo la Hermana Briege McKenna y el Padre Kevin Scalloniniciaron en 1976 el ministerio de intercesión por los sacerdotes en All Hallows, Dublín, en un momento difícil para el sacerdocio tras el Concilio Vaticano II. Lo que comenzó como una pequeña reunión se ha convertido en «una abundante fuente de gracia, aliento y fortaleza para miles de sacerdotes de todo el mundo».
Según explicó el Arzobispo, el Padre Kevin fundamentaba su misión en dos pasajes bíblicos: las palabras de Jesús a Pedro en Lucas 22 («Simón, he aquí Satanás deseaba tenerte para zarandearte como a trigo, pero yo he rogado por ti para que tu fe no desfallezca») y los versículos de Hebreos 5 sobre Cristo que «siempre ama interceder por ellos».
«Uno de los grandes dones de la 'intercesión por los sacerdotes' es que el padre Kevin y la hermana Briege pudieron abrir espacios seguros y sagrados en los que los sacerdotes pudieron tener un encuentro personal con Cristo resucitado, que fue quien primero les llamó», destacó Mons. Martin.
Los desafíos del sacerdocio contemporáneo
El Arzobispo abordó con franqueza los retos que enfrentan los sacerdotes en la actualidad. Señaló que muchos sufren aislamiento y soledad, y a veces están expuestos a «influencias malsanas o nocivas que pueden robarnos la alegría de nuestra vocación».
«Los sacerdotes no somos los mejores para aceptar cuando necesitamos ayuda y apoyo o para encontrar guías y mentores que nos acompañen espiritual, pastoral, intelectual y especialmente en nuestro desarrollo humano personal», reconoció.
También mencionó el profundo dolor causado por los casos de abusos cometidos por sacerdotes, que «no sólo han causado inmensos daños y traumas en las vidas de las víctimas y sus familias, sino que también han roto el corazón y el espíritu de muchos sacerdotes, han dañado la fraternidad y la credibilidad sacerdotales».
En estos momentos difíciles, el Arzobispo encuentra consuelo en las palabras de San Pablo: «No somos más que las vasijas de barro que contienen este tesoro, para que quede claro que un poder tan abrumador viene de Dios y no de nosotros».
El sacerdote como «místico ordinario»
Hacia el final de su homilía, el Primado recordó el desafío del Padre Kevin para que los sacerdotes fueran «místicos ordinarios» en la vida cotidiana. Según su experiencia, «la gente quiere que los sacerdotes seamos orantes, empapados de la Palabra de Dios y capaces de celebrar los sacramentos con fidelidad y reverencia».
«En este mundo agitado, confuso y, a menudo, vacío y superficial, la gente quiere, sencillamente, que seamos hombres de Dios, que les indiquemos lo Trascendente y elevemos sus corazones y sus mentes a la belleza y la verdad de Dios», afirmó.
El Arzobispo concluyó agradeciendo a la Hermana Briege, al Padre Kevin (fallecido) y al Padre Pablo por su dedicación durante «50 años dorados» de intercesión por los sacerdotes. «La 'intercesión' ha sido un tremendo regalo del Señor para animar, afirmar y fortalecer la fe de los sacerdotes aquí en Irlanda y en todo el mundo», finalizó.
viernes, 1 de agosto de 2025
Aumentan las solicitudes de bendiciones papales con León XIV
Según informa la Catholic News Agency, las solicitudes de bendiciones apostólicas del Papa aumentaron un 30% durante el primer mes del pontificado de León XVI.
El cardenal Konrad Krajewski, limosnero papal y encargado de las actividades caritativas del Vaticano y de conceder los certificados de bendición apostólica ha señalado que, el pasado mes de junio, se concedieron 20.000 bendiciones apostólicas, un enorme aumento con respecto a las entre 12.000 y 15.000 bendiciones mensuales habituales. Es algo «nunca visto», señaló el purpurado.
En mayo, cuando se reanudó la concesión de bendiciones apostólicas tras el periodo de sede vacante, la oficina encargada volvió a abrir sus puertas y se formó una fila que serpenteaba a lo largo del edificio, calle abajo y casi hasta la puerta de Santa Ana del Vaticano, lo que refleja el entusiasmo por el inicio de un nuevo pontificado y la persona de León XIV.
La afluencia de solicitudes fue tan grande que hubo que suspender la posibilidad de solicitar en línea las bendiciones apostólicas durante unas dos semanas en junio porque era imposible atender a tantas solicitudes. «Todos deseaban la bendición del nuevo papa».
La impartición de la bendición apostólica del Papa, acompañada por un certificado firmados y sellado de ello, generalmente para ocasiones especiales como un bautizo, un matrimonio, un aniversario de bodas, una primera comunión o un cumpleaños importante, es una práctica tradicional y «muy humana», «que ayuda a las personas a sentirse «fuertemente unidas al pontífice, que representa a Nuestro Señor», explicó el purpurado.
En algunos casos, la oficina de beneficencia papal requiere que un párroco o un nuncio se pronuncie sobre la pertinencia de otorgar la bendición. De esta forma, se evita el abuso del sistema para adquirir un certificado de bendición con un propósito escandaloso, como colocarlo en un hospital donde se realizan abortos, dando así la falsa impresión de que la Iglesia aprueba ese hospital.
Durante un tiempo, el Vaticano autorizó a algunas tiendas de recuerdos y librerías cercanas a la Basílica de San Pedro a gestionar también las bendiciones, pero esta práctica terminó en 2014, y ahora, la única forma de solicitar el pergamino de bendición apostólica es en línea o en persona en la Ciudad del Vaticano. Generalmente, tras la recepción de una solicitud de bendición, se tarda entre dos y tres semanas en procesar la solicitud, crear el certificado y prepararlo para su recogida o envío por correo.
El cardenal Krajewski explicó que algunos certificados de bendición se escriben completamente a mano y con una cuidada caligrafía, por encargo, pero que la mayoría de la gente hoy en día prefiere la impresión más legible producida por ordenador. Sin embargo, todos los certificados contienen algunos elementos dibujados a mano, como la inicial ornamentada de ciertas palabras.
El Vaticano cobra entre 23 y 35 dólares por cada certificado de bendición que distribuye, pero establece claramente que el costo es una donación sugerida, que se destina a ayudar a los pobres o a personas que sufren la guerra o desastres naturales.
En 2024, la mayor parte de los 8 millones de dólares que la oficina de beneficencia gastó en ayuda en todo el mundo provinieron de las bendiciones. «Somos el socorro de emergencia del Papa León», declaró el purpurado. «Cuando algo sucede en el mundo, [somos] los primeros auxilios... la ambulancia que corre a ayudar». Así, a través del nuncio apostólico, el Vaticano puede enviar dinero a un país necesitado, a veces en cuestión de horas.
«El papa Francisco me dijo una vez que, si este dinero no llegaba a los pobres, yo terminaría en el infierno», explicó el cardenal. «El papa Francisco era muy directo. Siempre preguntaba si nuestra cuenta bancaria estaba vacía, porque si lo estaba, significaba que habíamos ayudado a mucha gente». «Las bendiciones nos ayudan a estar seguros de tener recursos para ayudar, y eso es algo hermoso», añadió.
lunes, 28 de julio de 2025
Qué hacer con el arte de sacerdotes acusados de abusos, el caso Schollaert
Los obispos del norte de Bélgica han decidido no volver a utilizar las canciones del sacerdote y compositor Paul Schollaert,cuyas canciones han sido muy populares durante décadas en las parroquias de habla neerlandesa. Se siguen así las recomendaciones del Consejo de Supervisión que asesora a los obispos en materia de abusos sexuales.
Schollaert, nacido en 1940 en la región de Flandes (Bélgica), cometió abusos sexuales desde la década de los setenta. Aunque fue declarado culpable, llegó a un acuerdo para mantener la confidencialidad del hecho y los abusos no se conocieron hasta su fallecimiento en 2024.
Ya en septiembre de 2024, apenas un mes después de la muerte del sacerdote, se dio un primer paso de distanciamiento de su producción artística. Durante la visita del Papa Francisco a Bélgica, estaba previsto utilizar una obra musical de Schollaert en la Misa pública del Papa. En el último momento, la obra se retiró de la programación, a pesar de los miles de folletos impresos en los que figuraba.
Un año más tarde, los obispos de la región de Flandes han anunciado oficialmente que dejarán de utilizar sus canciones: «la música de Schollaert ya no se empleará durante las celebraciones eucarísticas retransmitidas por el canal público de televisión VRT». Sus textos tampoco aparecerán en las sugerencias ni en los calendarios litúrgicos. A nivel local, sin embargo, la decisión se deja a las parroquias y el himnario «"Zingt Jubilate"», que contiene muchas de las canciones de Schollaert, seguirá utilizándose.
En la práctica, cada conferencia episcopal, diócesis o congregación religiosa termina tomando las medidas que considera más oportunas, a menudo dependiendo de la intensidad de la presión pública. En Francia, se produjo el caso de André Gouzes, un sacerdote dominico y famoso compositor, considerado uno de los principales autores de himnos litúrgicos en francés. En 2022 fue acusado de abusos sexuales y violación de un menor. Por su avanzada edad y por sufrir de Alzheimer, no pudo ser juzgado y murió dos años después. La Orden Dominica colaboró plenamente con las autoridades a este respecto y los responsables del Centro Litúrgico Dominico recomendaron «firmemente que no se utilizaran las obras del P. Gouces en la liturgia». Asimismo, diversos coros importantes dejaron de utilizar sus canciones.
En España, el ejemplo más conocido es de Cesáreo Gabaráin, también sacerdote y compositor. Algunas de sus obras son conocidísimas y se cantan en todo el mundo en varios idiomas, como «Pescador de hombres» o «La muerte no es el final». Aunque las acusaciones de abusos se produjeron desde finales de los años cincuenta y dieron lugar a su traslado, no se conocieron públicamente hasta después de su muerte. El uso litúrgico de sus canciones fue prohibido en la archidiócesis de Los Ángeles y los titulares de sus derechos de autor en los Estados Unidos decidieron no volver a utilizar sus obras, pero las canciones siguen utilizándose en parroquias españolas y de otras diócesis norteamericanas.
De mayor relieve ha sido el caso del P. Rupnick, expulsado de la Compañía de Jesús en relación con terribles abusos sexuales en las décadas de los ochenta y noventa. En este caso, la obra artística de Rupnick está compuesta básicamente de mosaicos, que se han utilizado en multitud de iglesias, capillas y otros edificios eclesiásticos del mundo.
En relación con la obra de Rupnick, se han tomado medidas incoherentes, quizá como reflejo de la también incoherente y vacilante respuesta de las autoridades ante sus delitos. Sus mosaicos siguen mostrándose a los fieles en numerosos lugares, como, por ejemplo, en la capilla del Santísimo de la catedral de Madrid o el santuario de Fátima, pero han sido cubiertos por el momento en el santuario de Lourdes, al igual que en las capillas de los Caballeros de Colón norteamericanos. Digitalmente, las imágenes de su obra han ido despareciendo de los sitios webs del Vaticano, en particular de Vatican News, especialmente desde el comienzo del nuevo pontificado.
Conviene señalar, sin embargo, que el mismo Consejo de Supervisión que recomendó dejar de utilizar las canciones del P. Schollaert también considera que el tratamiento de un patrimonio intelectual y cultural debe distinguirse todo lo posible de la vida y la conducta de su autor. En efecto, a lo largo de la historia ha habido infinidad de casos de grandes artistas con vidas personales deplorables. Como ejemplo se puede citar a Benvenuto Cellini, que trabajó al servicio del Papa Clemente VII y fue autor de maravillosas obras de arte secular y religioso (como un crucifijo de marfil que se conserva en el Monasterio de El Escorial), pero tiene también en su haber varios asesinatos e innumerables riñas e intrigas, además de una vida especialmente promiscua.
¿Es posible separar completamente al autor de su obra? ¿Conviene priorizar por encima de todo el derecho de las víctimas a no sentirse ofendidas, caiga quien caiga? ¿Sería conveniente o incluso posible purgar el patrimonio de la Iglesia de todas las obras de autores personalmente inmorales? Como muestran los casos mencionados, no es fácil encontrar la respuesta correcta.