El papa Francisco se dirigió a los jóvenes chilenos súper conectados
con sus celulares, amantes de la tecnología y de Internet para
centrarlos con una “contraseña” para una vida más espiritual, alegre y
comprometida con la patria y con los más necesitados.
“Veo que se bajaron del sofá y se pusieron los zapatos”… así fue como el Papa rompió el hielo con los jóvenes chilenos, en su tercer día de visita apostólica, este miércoles 17 de enero de 2018.
En ese momento el Pontífice pidió a los jóvenes que se miraran por dentro y reconocieran que tienen por aportar a la patria.
Para ello siguió con el ejemplo del Santo Hurtado y su clave para cuando se les pierda la contraseña de la fe: “¿Qué haría Cristo en mi lugar?”, expresó el Papa, que pidió a los jóvenes que lo repitieran en varias ocasiones.
También el Papa con su humor característico recordó a dos ladrones que en una película robaron la caja fuerte y luego se olvidaron la “contraseña”. “La contraseña de Hurtado era muy simple, si se animan me gustaría que la apunten en sus teléfonos. Él se pregunta: “¿Qué haría Cristo en mi lugar?”.
“En la escuela, en la universidad, en la calle, en casa, entre amigos, en el trabajo; frente al que le hacen bullying: «¿Qué haría Cristo en mi lugar?». Cuando salen a bailar, cuando están haciendo deportes o van al estadio: «¿Qué haría Cristo en mi lugar?”.
“Es la contraseña, la batería para encender nuestro corazón, encender la fe y la chispa en los ojos”.
“Veo que se bajaron del sofá y se pusieron los zapatos”… así fue como el Papa rompió el hielo con los jóvenes chilenos, en su tercer día de visita apostólica, este miércoles 17 de enero de 2018.
El Papa les contó una anécdota. Se trata de la historia de un joven
al que le preguntó que era lo que le ponía de mal humor: Cuando “al
celular se le acaba la batería o cuando pierdo la señal de internet”,
contestó.
De ahí, Papa Francisco hizo una metáfora sobre la fe, como cuando
comienza “a bajar nuestro ancho de banda” y “empezamos a quedarnos sin
conexión, sin conexión a Jesús, sin batería”.
El Papa ofreció una contraseña para los jóvenes y una solución que le gana al mal humor. Una clave para no ser “descreídos, tristes, sin fuerza,
y todo lo empezamos a ver mal”. Al quedarnos sin esa “conexión” que le
da vida a nuestros sueños, “el corazón comienza a perder fuerza”,
afirmó.
Sin conexión, continuó el Papa, “sin la conexión con Jesús,
terminamos ahogando nuestras ideas, nuestros sueños, nuestra fe y nos
llenamos de mal humor”.“De protagonistas —que lo somos y lo queremos
ser— podemos llegar a sentir que vale lo mismo hacer algo que no
hacerlo”.
El Papa instó a los jóvenes a no quedarse en el sofá. No decir: “No quiero líos”.
Para ello siguió con el ejemplo del Santo Hurtado y su clave para cuando se les pierda la contraseña de la fe: “¿Qué haría Cristo en mi lugar?”, expresó el Papa, que pidió a los jóvenes que lo repitieran en varias ocasiones.
También el Papa con su humor característico recordó a dos ladrones que en una película robaron la caja fuerte y luego se olvidaron la “contraseña”. “La contraseña de Hurtado era muy simple, si se animan me gustaría que la apunten en sus teléfonos. Él se pregunta: “¿Qué haría Cristo en mi lugar?”.
“En la escuela, en la universidad, en la calle, en casa, entre amigos, en el trabajo; frente al que le hacen bullying: «¿Qué haría Cristo en mi lugar?». Cuando salen a bailar, cuando están haciendo deportes o van al estadio: «¿Qué haría Cristo en mi lugar?”.
“Es la contraseña, la batería para encender nuestro corazón, encender la fe y la chispa en los ojos”.